En el corazón de Pavía (Italia), se encuentra esta casa para huéspedes que personifica la fusión perfecta entre lo antiguo y lo moderno. Inspirada en la arquitectura toscana, las paredes blancas resaltan la terracota original, y mantienen el encanto artesanal del rebozado. El mobiliario blanco, hecho a medida, actúa como un lienzo que contrasta con el vibrante naranja del sofá y la madera de roble, mientras que la cuerda aporta una textura cálida y orgánica.
La chimenea blanca en el centro de la sala separa sutilmente las áreas de día y noche, y crea ambientes distintos sin interrumpir la fluidez del espacio. La cocina, con materiales clásicos como el pino y el mármol blanco, se integra armoniosamente.
Durante la noche, la iluminación tiene un papel crucial, con reguladores de intensidad que crean escenas diversas. La luz indirecta de los estantes y las lámparas originales añaden calidez y un toque vintage, lo que contribuye a una experiencia visual y sensorial única. Este proyecto rinde homenaje a la esencia toscana, ofreciendo un hogar acogedor lleno de vida, donde la tradición y la contemporaneidad convergen en un equilibrio armonioso.