Sumergirse en el universo de Grup Costa es adentrarse en un reino donde arquitectura y naturaleza se fusionan, dando vida a espacios que redefinen el concepto de ocio al aire libre. El desarrollo e implantación de la nueva imagen de los bungalows de la firma es un ejercicio brillante de creación de un continente singular, una pieza original que, al multiplicarse en el espacio, teje una trama intrínseca y se integra con serenidad entre la exuberancia vegetal.
En la búsqueda de una fusión armoniosa entre el interior y el exterior, ha surgido una segunda piel en forma de celosía. Este enrejado envuelve cada módulo como un nido, brindando una experiencia de refugio acogedor tanto en el interior como en el exterior.
Manteniéndonos fieles al concepto del nido, los interiores se visten en su totalidad con madera, salpicada por paredes blancas que aportan contraste y enriquecen el conjunto. Las texturas y tonalidades se entrelazan, creando suaves atmósferas acogedoras.
En el epicentro de cada agrupación de bungalows, la piscina adopta formas orgánicas, un oasis de serenidad que se convierte en el punto neurálgico de la experiencia. El diseño paisajístico exterior, cuidadosamente planificado, se extiende alrededor de esta, formando una rica área policéntrica.
En el interior, la cocina se viste con revestimientos de mármol blanco español, otorgándole una nota natural y elegante. La elección de este material eleva la estética, creando una sinfonía visual que armoniza con la esencia del proyecto.
En resumen, la nueva imagen de bungalow para Grup Costa emerge como un testimonio de la maestría en el arte de crear espacios singulares al aire libre. Un baile arquitectónico donde la madera, la celosía, el mármol y la vegetación danzan en perfecta armonía, invitando a sumergirse en un oasis de elegancia y bienestar.
