Cuando se recibe el encargo de crear una cadena de tiendas de corbatas, no se debe imaginar un único espacio, sino que el proyecto va más allá: se trata de crear una imagen corporativa.
Por ello, antes de empezar a desarrollar conceptos de volumetría, es necesario crear un manual de estilo pensando en el público, el producto, la ubicación y el espacio que las tiendas van a tener.
Una corbata es un complemento al que hay que darle entorno para que sea visible. El hecho de tratar a la corbata de forma grupal, y no como un único elemento individual, crea un cromatismo multicolor que supera al propio producto, ya que ofrece una infinidad de combinaciones inspiradoras para el cliente.
Los muros de la tienda se diluyen con curvas sinuosas, que adoptan líneas más orgánicas que confluyen con las corbatas.